El Informe sobre el futuro de los empleos, publicado el año pasado por el Foro Económico Mundial, presentó las diez competencias más demandadas para 2025.
Estas habilidades se dividen en cuatro categorías: resolución de problemas, autogestión, el trabajo con personas, así como el uso y desarrollo de la tecnología.
Otros datos resaltantes expuestos en el estudio revelaron que al menos el 50% de la fuerza laboral deberá volver a capacitarse mientras aumente la adopción de la tecnología.
Por otro lado, unos 85 millones de puestos de trabajo podrían ser desplazados debido al cambio de roles entre humanos y máquinas. Sin embargo, esta transición daría como resultado la creación de 97 millones de empleos adaptados al nuevo paradigma laboral (entre humanos, máquinas y algoritmos).
En este artículo queremos presentarte cuáles son las habilidades que cobrarán mayor relevancia en 2025 y por qué es importante que comiences a prepararte para que tu trabajo no pierda vigencia. ¿Estás listo?
Las 10 competencias más demandadas en 2025
1. Pensamiento analítico e innovación
Al pensamiento analítico se le conoce como la habilidad que desarrolla una persona para resolver un determinado problema. Es de carácter reflexivo y razonable. Se trata de dividir, categorizar y analizar el objeto de estudio en partes pequeñas para encontrar una solución.
Mientras que la innovación es el proceso encargado de transformar ideas o elementos que ya existen con el propósito de crear uno nuevo o mejorarlo a favor del cliente.
“El pensamiento analítico de la mano de la innovación es el principal foco de interés que hoy está en la mesa para evolucionar de manera productiva. Y para lograrlo con éxito es fundamental reentrenar a los equipos de trabajo y entregarles nuevas habilidades”, explica Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile (citado por La quinta emprende).
2. Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
Los trabajadores y líderes exitosos son aquellos que ven en el aprendizaje una oportunidad para mejorar sus habilidades y mantenerse actualizados en su área.
Una de las competencias que serán valoradas en 2025 es, precisamente, la capacidad que mantenga el colaborador para el aprendizaje activo y la aplicación de una serie de estrategias que le permitan alcanzar sus metas laborales.
3. Resolución de problemas complejos
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la resolución de problemas también está en los primeros puestos de la lista de habilidades que la mayoría de los empleadores tomarán en cuenta en 2025.
La resolución de problemas complejos se trata de los procesos cognitivos y habilidades que cada persona requiere para resolver un problema puntual.
Aprender esta competencia contribuye a restablecer el orden de lo que no está funcionando de manera correcta, así como analizar y anticiparse a las dificultades.
4. Pensamiento crítico y análisis
El director y fundador del Programa de Gestión de la Atención de la Salud del Broad College of Business, Michael R. Rip, explica que el pensamiento crítico aplicado en la empresa ayuda a tomar las decisiones más acertadas, por tanto, reduce errores de pensamiento como los sesgos cognitivos.
¿Por qué son importantes estas competencias? Tanto el pensamiento crítico y el análisis cuestionan las explicaciones simples de los problemas o las suposiciones, por eso, son una herramienta útil a la hora de identificar y prevenir errores.
5. Creatividad, originalidad e iniciativa
Saber sobre una determinada área no es suficiente. Si un colaborador no desarrolla su creatividad o no tiene iniciativa, su conocimiento puede quedar obsoleto.
La creatividad es una habilidad mental que todas las personas tienen para crear nuevas ideas, conceptos o soluciones. Es cierto que todos somos creativos, pero es necesario aprender a ejercitarla.
Por otro lado, una persona con iniciativa es aquella que decide hacer una determinada tarea para obtener un resultado concreto. Es decir, no está condicionada por factores externos, sino que toma la delantera y actúa.
Tanto el proceso creativo, la originalidad como la iniciativa marcarán la diferencia en el desempeño de los colaboradores.
6. Liderazgo e influencia social
En su concepto más básico el liderazgo se considera como la capacidad de una persona para motivar, influir y realizar un conjunto de actividades orientadas al logro de ciertos objetivos.
Más allá de dirigir un grupo dentro de una organización, la influencia del líder es un gran reto. Sus acciones deben trascender. Un líder sirve de guía para que su equipo encuentre un propósito, asuma los valores de la empresa y vaya más allá.
Si bien es cierto que algunas personas nacen con la habilidad para liderar, quienes no la tienen pueden desarrollarla a través del aprendizaje constante.
7. Uso, seguimiento y control de la tecnología
La tecnología seguirá ganando terreno, por lo que también requerirá de expertos que se encarguen de su operación, seguimiento y control. La formación en esta área debe ser constante por su naturaleza cambiante.
Además, los trabajos actuales seguirán evolucionando de la mano de la tecnología, de allí que “la educación tecnológica es fundamental para los profesionales del futuro”, agrega Marcelo Sukni.
8. Diseño y programación de tecnologías
La pandemia ha dejado al descubierto que muchas empresas han logrado mantenerse a flote gracias al uso de la tecnología (como la modalidad del teletrabajo). De allí que la demanda en competencias como diseño y programación de tecnologías sean cada vez más valoradas por las empresas.
9. Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad
La resiliencia, según la RAE, se entiende como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos».
Esta capacidad de adaptación, la tolerancia al estrés, así como mantener una actitud flexible son cada vez más tomadas en cuenta por las empresas, y para 2025 serán habilidades primordiales que todo colaborador debe manejar.
Muchas organizaciones ya están enfocando sus esfuerzos en capacitar a su equipo en técnicas de mindfulness, inteligencia emocional, técnicas de concentración, entre otras.
10. Razonamiento, resolución de problemas e ideación
Estas habilidades se enfocan en procesos mentales que ayudan a resolver problemas específicos en las organizaciones y están en el top de las competencias importantes para 2025. No basta con identificar un problema, el punto está en encontrar la solución adecuada para resolverlo. Prepararse en estas áreas resultará necesario.
Después de haber leído las diez competencias más demandadas, ¿lograste identificar en cuál o cuáles de ellas debes enfocar tu capacitación? Una vez lo logres, comienza a formarte y no te detengas.