Con la llegada de los juegos olímpicos y la atención mundial sobre los resultados, se evidencia la admiración del esfuerzo y el talento que exhibe cada uno de los participantes, así como la conexión social con los valores que subyacen en estas prácticas deportivas.
Competir, reconocer y premiar el talento, admirar el esfuerzo que muestra cada deportista, apreciar la disciplina y la práctica continua que busca permanentemente reducir errores para lograr la excelencia, son parte de los basamentos de los valores compartidos por la sociedad sobre estas competencias.
Estos mismos valores son los que la gestión del talento y el management tratan de promover como principios de los equipos de trabajo: reconocer y promover el talento, la disciplina, la confiabilidad y la excelencia en los productos y servicios que se ofrecen.
Igual que en el mundo de los deportes, la gestión de las empresas también busca reclutar y retener el talento, optimizar resultados y alcanzar los mejores desempeños.
Las preguntas que debemos hacernos a partir del clima de interés y motivación por las olimpiadas Tokio 2020 son:
¿Estamos apoyando el talento de nuestra empresa?
¿Cómo son los resultados comparados con otras empresas del sector?
¿Entrenamos y capacitamos frecuentemente a nuestros talentos para mejorar el desempeño?
¿Incorporamos la tecnología para optimizar la gestión?
¿Estamos innovando para buscar mejores resultados?
Aprovechemos las olimpiadas Tokio 2020 para reflexionar sobre los valores que debemos reforzar en nuestras prácticas habituales del mundo organizacional.
Alejandro Rivera Prato